Acabamos de tener un cachorro y es ideal, pero no
para de mordernos las manos y los tobillos haciéndonos daño. ¿Cómo
le podemos enseñar que no lo haga?
Cuando los cachorros tienen unas tres o cuatro semanas
de edad es muy importante que empiezen a aprovechar la presencia de sus
hermanos para jugar. El jugar les enseña, aptitudes que les resultan
altamente importantes de mayores.entre otras, la ”inhibición de
morder”. Sus juegos suelen consistir en juegos de persecución y de
peleas fingidas. Al jugar se muerden mutuamente con sus pequeños y
agudos dientes mamones, y esto realmente puede doler. Si un hermano
llega a producir daño, la víctima llorará y parará el juego
inmediatamente. Esta es su manera de decir “Ojo, jugamos en broma,
observa las reglas.” Y las reglas son que ¡está prohibido hacer
daño! “La inhibición de morder” es importantísima en el
comportamiento social y diario en el grupo de individuos en la
naturaleza. En su comunicación a veces usan la boca para coger una
parte del cuerpo de otro perro. Independientemente de la razón en la
situación dada, nunca pretenden hacerle daño al otro. Para perros en
la naturaleza siempre es más conveniente evitar heridas, ya que se
pueden infectar y así ocasionar la muerte de uno o ambos de ellos.
Cuando traemos a nuestro cachorro a casa con unas ocho
semanas de edad lleva cinco semanas jugando con sus hermanos y más o
menos sabe la fuerza límite que puede usar jugando con los demás
cachorros. Pero nadie le ha enseñado que nosotros, su futuro grupo
humano, no tenemos la misma piel protectora y por lo tanto no el mismo
umbral de dolor– se lo tenemos que enseñar nosotros mismos. Es
importante hacerlo desde el primer momento. El cachorro no lo entenderá
si primero le dejamos modernos y después, no. Lo más fácil es hacer
como sus hermanos. Cuando nos coge con la boca y nos duele debemos hacer
un pequeñito grito agudo y a la vez parar la comunicación con él. Si
funciona ya podemos seguir haciendo lo que estábamos haciendo y repetir
el tratamiento” cuando vuelva a suceder. Si no funciona podemos decir
un “NO” firme y pincharle un poquito hasta que nos suelte – no
más. |