Una de las preguntas que recibimos más a menudo es
cómo conseguir que el perro viene al ser llamado.
Lo mejor es empezar desde el primer momento cuando es
cachorro y nada más llegue a su futura casa. Primero hay que enseñarle
el sentido de la palabra que hemos elegido como orden, por ejemplo “aquí”.
Cada vez que el cachorro viene corriendo hacia nosotros – sin haberlo
llamado – hay que ponerse en cuclillas y con un tono de voz muy amable
y muy agudo decirle la palabra “aquí”. En el momento que el
cachorro nos llega a tocar hay que alabarlo mucho tanto con la voz como
con caricias y jugar con él de la manera que más le encanta. Al final
entenderá el significado de la palabra “aquí”, y entenderá que es
una palabra ideal, porque si se acerca a su amo cuando este dice esta
palabra el cachorro pasará un momento divertidísimo. Ahora es cuando
podemos pasar a usar la palabra también sin que el perro esté en
camino hacia nosotros y cuando podemos empezar a exigirle que venga
cuando lo llamamos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que durante la
temporada que le estamos enseñando la orden “aquí”, no debemos
llamarlo al cachorro con esa orden. Porque, si resulta que no nos viene,
la palabra pierde su valor por completo y el trabajo de enseñarle la
orden ha sido en balde. Después, habrá que empezar de nuevo con otra
palabra orden.
Por lo tanto es mejor dejar el ejercicio para otro
día cuando el cachorro se encuentre en otra situación. La razón es,
enseñando a nuestro cachorro con alabanza nunca debemos ponerle en una
situación en la que hay una probabilidad elevada de que vaya a
escaparse de hacer lo que le hemos pedido. Antes, de pedirle que lleve
al cabo una orden, el cachorro tiene que haber llegado a un nivel de
asociación entre el llevar al cabo esa orden y el hecho de pasar un
momento totalmente feliz, un nivel que le hace elegir el seguir la orden
en vez de desobedecer. |