Juego y
colaboración
Tener al perro en el paro nunca es bueno para
él. Para tenerlo activado y pendiente de colaborar con su amo podemos montar diversos juegos sencillos para practicar
en casa sin tener que invertir en equipamiento.
Un ejemplo de un juego
entretenido que le obliga al perro a pensar puede ser coger el
pienso del perro y en vez de dárselo en su comedero dejarle ver que
escondemos unas cuantas piezas debajo de una taza puesta boca abajo
en el suelo, p.ej. en la cocina o en la terraza. Después dejamos al
perro que averigüe por si solo como llegar a la comida. Le dejamos
practicar así unas cuantas veces. Cuando esto lo tenga bien
estudiado ya no le permitimos ver que ponemos la comida debajo de la taza, sino una vez puesta allí
que la busque. Después se pueden añadir mas tazas y a la vez
alternamos entre esconder comida debajo de todas las tazas, sólo debajo de
una, debajo de unas pocas etc. Siempre de una manera imprevisible. Una vez el perro
se ha aprendido el truco, podemos ampliar el juego escondiendo comida, también, en otros lugares al alcance del
perro. El límite está sólo en nuestra fantasía.
Otro juego que ni siquiera
requiere la presencia del amo pero que al perro le entretiene un ratito durante el día puede ser
el siguiente. En vez de darle su comida hecha y preparada en su
comedero sin que el perro haya tenido que trabajar ni el más
mínimo para conseguirla, cogemos el pienso y lo diseminamos por el césped. Después que lo
busque ejerciendo su olfato. Si no hay césped lo diseminamos en un lugar donde le cueste un poquito
buscarla pero donde no se pueda hacer daño.
En el fondo, siempre debemos recordar que es mejor no darle su
comida completamente “gratis”. Es preferible que trabaje un poquito para conseguirla. Como mínimo, vale la pena siempre hacerle
obedecer alguna orden antes de que pueda comer.
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