La receta para tener
un perro problemático
El comportamiento de un perro
adulto es el resultado de la interacción de las disposiciones naturales (los genes) y
la influencia del mundo alrededor sobre estas disposiciones. Esto quiere decir que
las mejores disposiciones genéticas no sirven para nada si el cachorro ha vivido su primera
etapa de vida bajo circunstancias muy desfavorables; y las circunstancias más favorables durante la primera etapa de vida
no pueden rectificar unas disposiciones genéticas altamente desfavorables.
Por eso a la hora de elegir un
cachorro hay que exigir padres sin enfermedades
hereditarias y con condiciones de vida saludables. También, hay que buscar perros padres
con un temperamento que nos parece atractivo y condiciones de vida tranquilas
y sanas rodeados por madre y hermanos, condiciones que permitan que el temperamento se desarrolle.
Por regla general, si se compra un cachorro en una tienda de animales o con un comerciante de
perros se desconocen por completo todos estos aspectos.
Se desconoce a qué edad se ha
separado al cachorro de su madre y de sus hermanos. Aunque la
separación de la madre antes de las ocho semanas de edad tiene mucho
impacto negativo sobre el comportamiento del perro más tarde en su
vida, esto a menudo no es respetado y se encuentran a menudo
cachorros entrados en las tiendas mucho más jóvenes, porque cuanto
más jóvenes más sentimientos despiertan en las personas y más se
venden. Desde luego, que sobre los cachorros en las tiendas de
animales desconocemos por completo las condiciones bajo las cuales
el criador tiene a sus hembras y el estado de salud y de vacunación
de la madre. Si la madre no está sana y no ha seguido unas buenas
pautas de vacunación no es capaz de pasar anticuerpos (inmunidad) a
sus cachorros, primero a través de la placenta y después a través de
la leche. Esto significa que estos cachorros tendrán más
probabilidad de coger enfermedades. Buscando un cachorro en una
tienda significa no saber el origen del cachorro. El origen como tal, no tiene importancia, pero se han dado
numerosos casos de cachorros demasiado jóvenes que han viajado varios días en
condiciones miserables estando altamente asustados de todo lo que les pasa. Este estado de estrés
debilita de una manera importante su sistema inmunológico. O sea, se vuelven más propensos a coger cualquier enfermedad.
Además, no sabemos su estatus de desparasitación interna.
Resumiendo, es aconsejable
buscar un cachorro de un criador con pocos perros, que nos permita
conocer a la madre, nos dé la dirección del padre para que lo
podamos ir a ver, que nos enseñe atestados veterinarios sobre la
ausencia de enfermedades hereditarias en los dos perros padres y que
tenga los cachorros con su madre y sus hermanos hasta las ocho
semanas de edad.
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