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PREVENIR PROBLEMAS DE CONDUCTA 2/3
Del mes pasado venimos hablando de la manera de evitar el desarrollo de problemas de conducta.
El dueño del perro ha de ser un buen y estable líder que sepa inspirar confianza en su perro. Además el perro debe de disfrutar de la atención de su amo, pero preferiblemente porque este le enseña cosas. La enseñanza del perro tiene tres finalidades: A) Refuerza considerablemente la confianza entre el perro y su líder; B) Se consigue un perro bien educado que puede venir a todos los sitios y que por lo tanto acaba bien estimulado y equilibrado; C) Se evita que el perro se aburre. Existe el refrán “la ociosidad es la madre de todos los vicios”. Esta es la verdad en el caso de los perros, también. No pueden estar en el paro. Necesitan un trabajo y una responsabilidad para conservar su auto-confianza y equilibrio psíquico. Un perro que siente auto-confianza, que tiene confianza en su líder y amo, y que se encuentra en equilibrio psíquico no demostrará problemas de conducta.
El hecho de que por supuesto debemos intentar comprender a nuestro perro y a su lenguaje y el hecho de que debemos prestarle atención no quiere decir en absoluto que le debamos acariciar cada vez que nos lo viene a pedir. Al contrario. Hay una probabilidad muy elevada de que el perro lo puede llegar a mal interpretar. Este puede acabar viendo las cosas al revés, de manera que es el perro quien tiene tan bien educado a su amo que este le obedece cada vez, y no al revés. Por lo tanto cuando el perro viene a pedir la atención habrá que pedirle que obedezca primero una orden, y una vez cumplida se le acaricia brevemente como recompensa.
Nunca hay que caer en la tentación de estarse sentado tranquilamente descansando (p.ej. mirando la tele) y sin realmente darse cuenta sacar la mano para acariciar al perro durante un período de tiempo relativamente largo. Estas acaricias prolongadas o la atención excesiva a petición del perro son muy propensas a crear una frustración con la consecuencia de problemas de conducta.
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