Tengo una hija pequeña y está loca con los
perros. Le he explicado que no se debe de acercar a los perros que no
conoce, pero no hay manera. Por lo tanto me gustaría al menos
enseñarle la mejor manera para acercarse a los perros. Qué consejo me
puede dar?
Ante todo, lo que está claro es que un perro nacido
entre personas, debidamente socializado y integrado en nuestra sociedad
y de mente sana a las personas nos considera congéneres. Un perro
normal y sano de la cabeza sólo muerde a sus congéneres cuando tiene
sus buenas razones. Es un ser vivo altamente social que siempre hará lo
mejor para la especie. Como consecuencia, el perro no es un animal ni
agresivo ni peligroso.
Enséñele a su hija que los perros son buenos. Pero
como hay algunos pocos ejemplares que son malos, antes de acercarse a un
perro siempre le tiene que preguntar al propietario si su perro muerde.
Los perros tienen un lenguaje propio que es el corporal. Para evitar
malos entendidos, su hija siempre tiene que dejar al perro que le huela
su mano antes de tocarlo. A ningún perro le gusta ser tocado encima de
la cabeza, pero sí en la parte frontal del cuello o sea justo debajo
del mentón y en el pecho. Siempre los movimientos tienen que ser
tranquilos, nunca bruscos. Además, los perros sienten dolor igual que
las personas. Si se le estira de las orejas o de la cola, o si se le
toca los ojos le producirá dolor y se quejará. A un perro se le
acaricia. Si le tenemos miedo a un perro, el perro no sabe que es a él
que tenemos miedo, sólo nota que estamos nerviosos. Este nerviosismo se
contagia al perro y él se pondrá nervioso. Los nervios en un perro
nunca van bien. Si estamos tranquilos el perro se tranquilizará y se
dejará acariciar. Como último, los perros saben cuando se trata de
niños, y con ellos aceptarán muchos más errores antes de reaccionar
que con una persona mayor. Hay que saber, también, que el gruñido es
el aviso de que al perro no le gusta lo que le estamos haciendo y
siempre es mejor parar. |